La influencia y el peso de Edgar Allan Poe en la literatura inglesa y norteamericana es evidente. Sin él, escritores como H.P. Lovecraft, Stephen King, Ambroise Bierce, Arthur Conan Doyle o Ray Bradbury posiblemente no hubieran realizado sus grandes obras maestras. Lo que no es tan evidente, son los detalles sobre su atormentada y fascinante vida, una existencia plagada de frecuentes desgracias personales y un irrestricto sentido del deber frente a su obra y su particular visión del mundo. Nacido en Boston en 1809 y fallecido en Baltimore 40 años después, es considerado el renovador de la novela gótica americana, así como uno de los grandes exponentes de la ciencia ficción en el siglo XIX. Sus cuentos y poemas, así como su única novela, “La narración de Arthur Gordon Pym”, nos hablan del horror palpable, pero de también de aquellos temores inconscientes y atávicos que hacen parte indeleble de nuestra condición humana. Obras como “El gato negro”, “El corazón delator”, “La caída de la Casa Usher”, “El entierro prematuro” o “Los crímenes de la calle Morgue”, entre muchos otras, nos confrontan con los miedos primigenios de nuestra civilización, y nos introducen a un mundo donde la locura, la venganza, la ansiedad, las fobias o la culpa juegan un papel fundamental en el desarrollo y resolución de la trama. En últimas, lo que Poe trata de señalarnos a través de sus historias, es que el verdadero terror anida en nuestra naturaleza humana, y no necesariamente en circunstancias y hechos externos. Pocos autores han sabido explorar, con tal grado de profundidad, las intríngulis y laberintos de nuestra psique, así como la fragilidad de nuestra mente y de nuestras propias percepciones.
En este mes, en nuestro Club Literario El Libro de Arena, exploraremos la vida y obra de uno de los grandes escritores universales, un autor que como nadie, supo revalorizar el terror como un género capaz de plantear inquietantes preguntas sobre nosotros mismos y sobre lo que nos queda cuando aquellos que llamamos cordura, lentamente se agrieta, se rompe y se pierde en los oscuros abismos de lo incomprensible.
Los invitamos todos los viernes, a partir de la 1:00 p.m., en la Sala 1 del CRAI. "Entrada gratuita”